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Lo que aclaró el apagón

2004/08/04 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

El apagón del año pasado en Norteamérica tuvo efectos beneficiosos sobre el medio ambiente.

El apagón del 14 de agosto de 2003 fue el más grande de Norteamérica. 50 millones de habitantes de EEUU y Canadá permanecieron sin luz durante 30 horas. Esto hizo la noche aún más negra, pero durante el día la luz aumentó. De hecho, la visibilidad en algunos lugares fue 40 km mayor que de otra manera.

Los investigadores están sorprendidos por el alcance de las conclusiones. Por ejemplo, la contaminación del aire disminuyó mucho más de lo esperado: la concentración de ozono disminuyó a la mitad, el dióxido de sulfuro disminuyó en un 90% y la niebla típica de la zona de Pennsylvania desapareció.

Para recoger estos datos, se volvieron a los lugares de mayor producción de electricidad y se midieron las concentraciones de los principales contaminantes en la baja atmósfera. Los resultados han sido publicados ahora en la revista Geophysical Research Letters.

Además, se han extraído varias conclusiones. Los investigadores consideran que la calidad del aire está más afectada por los contaminantes emitidos a varios metros de altura que por los vertidos a nivel del suelo, es decir, los humos de las chimeneas son más nocivos que los de los coches. Por otro lado, a medida que se vayan sustituyendo las antiguas instalaciones de producción eléctrica por nuevas, se espera que la calidad del aire sea mejor, ya que las nuevas no emiten tanto contaminantes.

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