"Una identificación siempre es un logro; es emocionante"
2025/02/07 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
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Caterina Raffon, desde su primera palabra, ha dado a conocer su origen: “Soy italiano. Nací en Sicilia, pero hice el grado en la Universidad de Bolonia”. La Universidad de Bolonia, fundada en 1088, es la universidad más antigua de Italia y Europa, por delante de la de Oxford, París, Salamanca y Coimbra. Raffone fue a estudiar criminología allí, pero, según ha explicado, no le gustó tanto como pensaba, ya que estaba enfocado sobre todo desde el punto de vista del derecho y de la sociología. “Seguramente, escogí la carrera por impulso de películas y cosas así, y esperaba algo más científico, menos letal”, ha confesado.
Vinió a Donostia-San Sebastián, a la facultad de Derecho, a la carrera de criminología. Allí tuvo la oportunidad de hacer lecciones científicas y, además, conoció a Pako Etxeberria Gabilondo. "De su mano, me adentré en el mundo de la antropología. Me llevó a un desobedecimiento de la Guerra Civil Española y me acerqué a este mundo. De alguna manera, he crecido con Lourdes Herrasti Erlogorri y Paco.
Siguiendo el consejo de Etxeberria, a su regreso a Italia, terminó la criminología y comenzó a realizar un posgrado en biología. Cuando acabó, quiso ahondar en la antropología y en la tecnología forense, pero en Italia no había un máster al respecto. Así, se trasladó a Barcelona, donde cursó un máster en antropología forense con aplicaciones biomédicas. "Entonces entré en la genética forense y también hice mi trabajo de fin de máster en este campo, identificando a las víctimas de la Guerra Civil española. Ahí ya tenía claro que este es mi camino. Me incliné por la genética forense, y vi que me llenaba, que me gustaba y que quería hacer esto.
Caminando paso a paso
También estaba satisfecho con sus compañeros de Barcelona, por lo que intentó hacer allí el doctorado, pero la calificación de grado en Italia no era suficiente para solicitar una beca y no podía quedarse sin ella. "Entonces volví a ponerme en contacto con Paco y le dije que quería hacer un doctorado y unir antropología y genética. Me contestó que en la UPV/EHU había un laboratorio de genética forense en Vitoria (BIOMICs), y me dieron la oportunidad de hacer el trabajo entre Aranzadi y el laboratorio. He trabajado con muestras de restos exhumados durante la Guerra Civil española, factores ambientales (temperatura, pH...) Analizando su influencia en la conservación del ADN", explica Raffoni.
Durante su trabajo, logró un contrato de doctor que le ha permitido finalizar su doctorado y ahora sigue en el mismo laboratorio, con contrato de la UPV/EHU, como investigador de post-doctorado.
No oculta que su trabajo tiene un aspecto emocional: "Analizamos muestras de fosas de todo el territorio nacional y nos da igual de donde sea; una identificación siempre es un logro. Cuando nos relacionamos con la familia, suele ser muy emocionante, sobre todo si son hijos, pero también si son más lejanos. En el País Vasco lo hacemos con Aranzadi y en España con otras asociaciones".
La mayor dificultad radica en el estado de los restos, por lo que optó por investigar en su tesis los factores que influyen en la conservación del ADN. "Muchas veces están muy degradados y es difícil obtener el ADN", ha añadido. Conseguir muestras de familiares cercanos tampoco siempre es fácil.
La financiación también supone un hito en la investigación, pero en este sentido cuentan con el apoyo de las instituciones públicas: En la CAPV el Instituto Gogora y en España, dentro de la Ley de Memoria Democrática.
En el laboratorio trabajan tres personas, todas ellas mujeres. "Yo creo que es casualidad que los tres seamos mujeres. Es cierto que en las películas y en esos casos, los criminólogos suelen ser hombres, pero luego ahí está Lourdes Herrasti, que se comporta igual o incluso más que cualquier otra persona sobre pichón y pala. Es un ejemplo para nosotros", ha admitido Raffoni.
En el futuro le gustaría seguir trabajando, pero sabe que depende de la voluntad política. Por otro lado, no tiene intención de volver a Italia. "Tengo buena relación con algunos laboratorios de allí, pero tengo familia aquí y quiero quedarme aquí", ha insistido.
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