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“Cálculos” de bebés

2010/07/11 Aulestiarte Lete, Izaro - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

Un nuevo estudio revela que los bebés que no han aprendido a hablar tienen la capacidad de “hacer cálculos” a los que sólo tienen nueve meses. Ellos también organizan información sobre cantidad, espacio y tiempo, más temprano de lo que hasta ahora se pensaba, y de una manera más compleja.
Los más pequeños también prestan más atención y tiempo a las cosas que les sorprenden.
Abigail Batchelder

Cada vez son más los descubrimientos y noticias sobre las capacidades de los bebés. Algunos estudios han venido recientemente a confirmar que durante el sueño aprenden, seleccionan claramente los juguetes o son capaces de distinguir lo que está bien y mal. En esta ocasión, sin embargo, los científicos han llegado a la conclusión de que también tienen sus propias “habilidades matemáticas” o, al menos, son capaces de aprender muy temprano.

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado en la Universidad Emory de EEUU. La revista Psychological Science ha dado a conocer este hecho.

Según los investigadores, los bebés de 9 meses son sensibles a conceptos como “más que” o “menos que” en cuanto a número, tamaño y duración de los objetos. “Nuestros descubrimientos, han dicho, indican que los seres humanos, desde los primeros meses de vida, utilizamos información de cantidad para organizar nuestras experiencias. La cantidad parece ser una herramienta poderosa para predecir cómo deberían actuar los objetos”.

Mirando a las imágenes

Para llegar a esta conclusión, mostraron a los bebés imágenes de diferentes conjuntos de objetos en una pantalla del ordenador. Se midió el tiempo que pasaban mirando a los objetos para aclarar cómo procesaban sus cerebros la información presentada. Dedicar más tiempo a los niños puede sugerir que algo les sorprende.

Los investigadores mostraron a los bebés en una pantalla del ordenador una serie de objetos de diferentes patrones para ver su reacción. (Foto: Mark Evans ) .

En concreto, el estudio se centró en analizar el desarrollo de la percepción espacial. Y tanto esto como otras dimensiones cognitivas como el procesamiento numérico y la percepción del tiempo querían ver cómo interactúan entre sí. “El cerebro humano tiene regularidades estadísticas, pero no está claro cómo las ha conseguido; hemos querido ver si se consiguen gracias a las experiencias y a las asociaciones lingüísticas que se han repetido a lo largo de los años, o si, por el contrario, desde la infancia tenemos un sistema generalizado de magnitudes”, han precisado. Los resultados obtenidos parecen reforzar esta segunda opción.

En el experimento, primero les enseñaron en el ordenador imágenes de objetos negros y rayados grandes y otros blancos y de tipos más pequeños. Después se les mostraron más objetos blancos y de tipo que negros y rayados. Y ahí vieron que los niños dedicaron más tiempo y atención a las imágenes blancas que a las negras. Es decir, se sorprendieron por este patrón, porque esperaban que las figuras más grandes (negras) fueran también las más numerosas.

(Foto: Mykl Roventine ) .

Los investigadores afirman que “por haber roto la congruencia quedaron mirando los objetos. Parece que esperan una correlación mundial entre estas diferentes dimensiones”.

En base a este descubrimiento, por tanto, se cree que los seres humanos nacemos con un sistema generalizado de magnitudes. “Y si no es así –han aclarado– podríamos decir que desarrollamos rápidamente”.

El equipo de investigación considera que estos resultados podrían servir también para otros estudios futuros. Pretenden seguir investigando cómo procesamos la información cuantitativa, tanto en situaciones normales como anormales. Y es que hay personas que tienen dificultades para comprender y realizar operaciones matemáticas, pero señalan que hasta ahora se ha analizado poco este ámbito.

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