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¿Este es el futuro del surf?

2005/08/22 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Los surfistas preocupados por la ola de Mundaka tienen otra opción: ir a la piscina a hacer surf. No es una broma: en Nueva Zelanda se hacen piscinas que la ola crea a medida del cliente. Para ello, los técnicos utilizan el ordenador. Pero además de eso, el ordenador se puede utilizar en otros lugares, como por ejemplo en el propio tablón. Esto permite al surfista recibir información sobre el estado del mar y el tiempo mientras espera la ola, entre otras cosas. Parece ser que, a pesar de que la ola de Mundaka ha perdido fuerza, la tecnología avanza constantemente, ¡conpa!
Además de nadar, una empresa neozelandesa ha creado piscinas donde poder practicar surf.

La empresa neozelandesa ASR ofrece piscinas adaptadas a las necesidades del cliente. La particularidad de estas piscinas es que son capaces de generar olas, y además, en la misma piscina se pueden producir olas del tamaño y fuerza deseado.

Las primeras piscinas con olas se inventaron en los años 60, pero no fueron diseñadas para surfistas en absoluto. La intención de los constructores de las piscinas era ofrecer a los nadadores la posibilidad de jugar entre las ondas.

Después, comenzaron a tener en cuenta el surf e intentaron hacer olas que pudiesen ser tomadas con tablas de surf. Una de las piscinas más conocidas de este tipo es el Lago Tifoi de Disneyworld. Con más de once millones de litros de agua, tiene una onda que va desde la pared de la piscina hasta una `playa´ de arena.

Sin embargo, la ola del Lago Tifoi no es suficiente para satisfacer las necesidades y deseos de los surfistas. Parece que es suficiente para jugar, pero para quien quiera practicar surf es bastante malo. La empresa ASR realiza las piscinas para cubrir sus necesidades.

Estas piscinas ofrecen la posibilidad de generar una ola como se quiera.

Según los autores, el sistema de generación de ondas desarrollado es plenamente eficaz, tanto en calidad y frecuencia de las olas como en consumo energético. Este sistema permite mantener el espacio deseado entre una ola y la siguiente, desde los ocho segundos hasta los treinta segundos. Así, a cada surfista le da el tiempo necesario para coger la ola. Además, tanto el ángulo como la altura de la ola son opcionales. Jugando con el ángulo se forman olas que rompen rápido o lentamente y cuya altura puede variar entre 1 y 2,6 m.

Por lo tanto, combinando todas estas posibilidades, el generador de ondas puede producir escarpadas, duras y ásperas olas para expertos, pero también pequeñas y suaves ondas que se rompen lentamente.

Aspecto decisivo de la piscina

Aunque el generador de ondas es importante para la generación de las olas adecuadas, el aspecto de la piscina también es determinante en opinión de ASR. Por eso, durante años se han estudiado las características de las costas en las que se encuentran las mejores olas para hacer surf, para saber qué es lo que provoca la calidad de la ola.

Se han analizado las mejores playas para practicar surf para conocer los factores que influyen en el aspecto de la ola.

Teniendo en cuenta estas características, el diseño de las paredes de las piscinas que realizan es especial. Cuando la onda golpea la pared, la altura de la ola aumenta un 40%. Esto supone un ahorro energético, ya que a partir de 2 metros de onda se obtiene una ola de 2,6 metros.

Otra característica que ayuda a ahorrar energía es la afilada punta de la piscina. La piscina tiene un lado más afilado que el otro, lo que permite alargar el recorrido sin aumentar demasiado la piscina. En las piscinas convencionales, el recorrido es corto y la ola va disminuyendo a medida que avanza. En cambio, en las piscinas que realizan los de ASR, la ola no pierde altura, ya que a medida que avanza las paredes se acercan. Así se consigue que la ola no pierda energía.

Fondo adaptable

Además de los muros, el fondo también influye mucho en el oleaje. El fondo de las últimas piscinas de ASR es adaptable. En las investigaciones llevadas a cabo en las playas se han analizado los fondos y se ha observado la relación existente entre el aspecto del fondo y la ola resultante. Todos estos datos han sido introducidos en el ordenador y han creado diferentes modelos.

Para la implantación de estos modelos se ha inventado una piscina de fondo adaptable. El nombre de la piscina es Versareef, un arrecife variable aproximadamente. De hecho, han tratado de hacerlo, una piscina con un fondo totalmente cambiante. Para ello, el fondo está recubierto de caucho flexible, bajo el que se encuentran los gatos, como los utilizados para levantar el vehículo para sustituir la rueda del coche. Por orden del ordenador, el fondo adopta la forma deseada. De este modo, generan una ola en función de los montículos de fondo y las pendientes.

¿Las nuevas piscinas conseguirán sustituir las playas? Estoy en negativo.

Por ejemplo, se dieron cuenta de que en la famosa ola Pipeline de Hawai eran decisivos el fondo empinado de la playa y los montículos en ángulo recto con la ola. Imitando esto, la piscina Versareef forma una ola llamada Hawaii. Al igual que en estas islas, esta ola es muy empinada y alcanza gran altura.

Además de la llamada Hawaii, la piscina Versareef produce otras tres olas: California, Indonesia y Australia. Cada uno tiene sus particularidades, por ejemplo, la ola California es más fácil para los principiantes que a Hawai, que es mucho más suave.

Para el próximo año se prevé la instalación de tres nuevas piscinas tipo Versareef en el parque Ron Jon Surf Park de Florida (EEUU). Los surfistas tendrán la oportunidad de recorrer 70 metros en el mayor sobre olas de 3 metros de altura. Eso, sin embargo, será sólo una de las opciones, ya que todo podrá cambiar como se quiera. Entre otras cosas, en pocos minutos se podrá cambiar la ola de izquierda a derecha y viceversa.

En esta empresa de Nueva Zelanda, además de las piscinas, se realizan otras actividades. Por ejemplo, fabrican módulos para colocar en el fondo del mar para cambiar la dirección o ángulo de la ola. De esta manera, el surfista puede surfear donde quiera sobre el tipo de ola que quiera.

En agua y bien informados

Así que han conseguido hacer una ola como se quiera. Y los surfistas también tienen a su alcance las tablas más avanzadas. De hecho, desde el año pasado ya están en el mercado las tablas con el ordenador incorporado. Construido por Intel, permite el acceso a Internet mediante conexión inalámbrica.

Las tablas con ordenador incorporado salieron al mercado el año pasado. Foto: Intel

Para hacer una tabla con ordenador han contado con la ayuda de un profesional que fabrica tablas de surf. No querían que la tecnología influyera en la forma de hacer surf y en las sensaciones que tiene el surfista. Y parece que lo han inventado. El tablero con ordenador es tan ligero y adecuado como el resto, pero tiene otras ventajas.

Por ejemplo, el surfista Duncan Scott presentó la tabla. Scott es un surfista profesional, dedicado al surf, que elabora libros y películas sobre el surf. Pues bien, para él es imprescindible estar informado en todo momento, y por eso es una gran ventaja tener una tabla de este tipo: “Gracias a esta tabla, yendo a donde voy, toda mi oficina es como si me llevara conmigo”.

El ordenador funciona igual tanto mientras descansa en la playa como cuando está a la espera de las olas en el mar. Además, cuenta con una batería adicional que se carga con energía solar, lo que permite que la batería dure días.

Integrado en la parte delantera de la tabla, el ordenador se encuentra dentro de una caja que protege totalmente del agua. Los materiales de la caja son sólidos pero ligeros: el sello es de silicona, la tapa es de cloruro de polivinilo transparente y la estructura de aluminio. El propio ordenador es un portátil con un chip inalámbrico, un procesador de 1,7 Ghz y un disco duro de 80 Gb.

La tabla con ordenador es tan sencilla como para andar sobre la ola.

Esperan que con el tiempo haya más aplicaciones, por ejemplo, una cámara puede ofrecer imágenes tomadas de la tabla en tiempo real. Sin duda, estas imágenes serán más impactantes que las tomadas desde cualquier otro lugar.

Eso sí, no creas que basta con tener un ordenador en el tablón. Para poder utilizar el ordenador es necesario que exista un punto de conexión inalámbrica en la playa. Este tipo de servicios aún no son habituales en las playas de Euskal Herria, pero es posible que en todos los casos se pueda utilizar el ordenador sin cables antes de que tarde.

Apoyo a principiantes

Aprender a hacer surf es más fácil en la piscina Malibu que en el mar. Eso es lo que dicen desde ASR.

Según ASR, realizan piscinas de surf a medida, adaptadas a las necesidades y características del cliente. Esto significa que también hacen piscinas para quien no sabe nada de surf. Y parece que es así: La piscina diseñada especialmente para principiantes se llama Malibu.

Para los surfistas es muy difícil aprender a percibir cuándo y con qué fuerza viene la ola. En la piscina Malibu las olas son siempre del mismo tamaño (entre 0,5 y 1 metro) y la distancia entre ellas es libre.

Además, los principiantes tienen gran dificultad para coger la ola para remar y después ponerse de pie para mantenerse de pie. Para evitar estos pasos iniciales, la piscina Malibu dispone de un sistema para colocar al surfista de pie en el tablero sobre la ola. De este modo, el surfista novel no tiene más trabajo que mantener el equilibrio sobre la ola.



En perjuicio del medio ambiente

En general, las piscinas consumen bastante energía, más aún este tipo de piscinas especiales. El aspecto energético es por tanto importante. Sin embargo, parece que el elevado precio energético no limita este tipo de proyectos. Y se hacen proyectos más caros que un pequeño océano en el desierto, como pistas de esquí donde no hay nieve.

En 2003 se inauguró en la capital española la mayor pista de esquí artificial de Europa. Es también el segundo más grande del mundo, después de Tokio. Para la formación de la nieve se utiliza agua y aire, y para evitar la fusión se debe mantener todo el edificio a -2º C. Está claro que conseguirlo no es barato, ni su impacto en el medio ambiente será tremendo.

Aunque la tecnología permite imitar condiciones presentes en la naturaleza, no es por nada.


Publicado en el apartado D2 de Deia.