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Enuresis nocturna

1992/12/01 Agirre, Jabier - Medikua eta OEEko kidea Iturria: Elhuyar aldizkaria

En esta ocasión hablaremos de la enuresis nocturna de los niños. Es decir, descartaremos las incontinencias o fugas de orina que puedan producirse en personas adultas, por una u otra causa, así como los problemas que tienen los niños para mantener la micción diurna.

Si la causa no es una alteración grave, normalmente la enuresis desaparece.

Por lo tanto, nuestro tema es el problema que tienen los niños de noche. La enuresis nocturna es bastante frecuente: A los 5 años, el 10-15% de los niños lo soportan, disminuyendo la frecuencia a medida que aumenta la edad, siendo del 1% en la adolescencia (15 años). Y si la causa no es una alteración grave, normalmente la enuresis desaparece y son casos muy raros los que se pueden ver en personas adultas.

¿A qué se llama enuresis? a los que no controlan la voluntad y la repetición de los orines a partir de los 4-5 años, ya que a esa edad la mayoría de los niños controlan bastante bien esta función. En el 80% de los casos la enuresis sólo aparece por la noche mientras el niño duerme.

Existen dos tipos de enuresis: primaria y secundaria. En la enuresis primaria, el niño nunca es capaz de controlar la micción. Sin embargo, en el secundario, con el control adecuado del orinar, el niño pasa un tiempo sin controlar la micción.

La enuresis puede deberse a causas orgánicas: malformación uretral y/o vesical, o a trastornos neurológicos o musculares. O también por enfermedades como diabetes o infecciones urinarias. Por ello, el médico puede solicitar en algunos casos análisis de orina para descartarlos). Sin embargo, en la mayoría de los casos el origen está relacionado con problemas psíquicos. El niño enurético suele tener problemas afectivos en la familia, y en algunos casos la enuresis es una actitud contraria a sus padres, aunque sea inconsciente. En estos casos puede ser conveniente un tratamiento psicológico para solucionar el problema de base.

En otras muchas ocasiones la enuresis aparecerá tras el nacimiento del hermanito. Dado que toda la atención y atención familiar se presta al recién nacido, el niño explica su “protesta” de la siguiente manera: se produce una regresión, el niño se desplaza hacia atrás, con el fin de recoger los mimos y las responsabilidades que recibía cuando era menor. Es importante que se cumplan estas necesidades afectivas del niño, intentando que su nuevo hermanito entienda que es algo bueno y que no roba el amor de sus padres. Si la enuresis persiste, conviene acudir al pediatra y, si es necesario, al psicólogo.

La mayor ayuda que los padres pueden ofrecer al niño es comprender y tener paciencia. Mojar la cama puede ser un impedimento para los padres, si por la noche tienen que levantarse para cambiarla, pero para el niño también puede pasar vergüenza si tiene que soportar burlas y burlas de sus hermanos mayores o compañeros.

¿Cuándo empieza a sentar al niño en el orinal? Con aproximadamente 18 meses. Esa es la edad más adecuada. Hay que tener en cuenta, no obstante, que puede haber grandes diferencias entre unos niños y otros. Si a partir de los 12 meses el niño toma gestos o posturas especiales antes de orinar, conviene ponerle en el orinal y si orina hacia dentro, mostrarle su alegría.

Muchas veces, además, hay una tendencia a tener un problema familiar previo. En el caso de muchos niños y niñas con enuresis, también ha sufrido la misma situación algún padre (madre) o familiar cercano. Las amplias encuestas indican que cuando los dos padres han sufrido enuresis en su infancia, el 70% de los hijos también lo tendrán. Sin embargo, cuando sólo uno de los padres lo ha tenido, sólo afecta a sus hijos en un 40%.

En cuanto al tratamiento, éste dependerá de la causa que lo origine. Si se trata de una causa orgánica se deberá tratar la enfermedad. Si la enuresis es de origen psíquico, la psicoterapia puede ser beneficiosa. En algunos casos es eficaz un dispositivo especial que se coloca en la cama; ropa de cama (sábanas, pijama, etc.) cuando se mojan se enciende una alarma despertando al niño.

No obstante, se pueden tener en cuenta algunos consejos prácticos:

  1. Si el niño tiene que llegar a tiempo a la sala de baños, conviene no dormir muy lejos y dejar la luz adecuada a la noche para que no se asuste al levantarse de la cama. También es conveniente dejar algún orinal bajo la cama.
  2. Muchas veces el problema desaparece si el niño no toma líquido desde 1 y 2 horas antes de irse a la cama, ya que los riñones producen menos orina y por tanto la vejiga se llena más despacio. Sin embargo, en verano o cuando el niño tiene fiebre, sudar más y perder más agua. En estos casos, un bajo aporte de líquidos puede ser peligroso. Por otro lado, es conveniente que cuando los padres vayan a la cama también lleven al niño al baño para que oriente.
  3. Se puede entrenar al niño para que mantenga la orina durante el día, animándole a que la aguanta aunque sólo sea uno o dos minutos. De este modo la vejiga se expande y aumenta su capacidad de conservación, mejorando así el control nocturno. En esta época, conviene que el niño beba abundante agua durante todo el día.
La mayoría de los dispositivos actuales se unen a la ropa del niño (pijama) y una alarma en miniatura suena en caso de que se produzca un pixeo accidental.

Si no se consigue el éxito con estas medidas, necesitaremos la asistencia médica. Hay algunos medicamentos que a menudo se combinan con un gráfico de premios (imigranina, amitriptilina, etc.). ). El niño marcará un asterisco o un signo por cada noche que se haya despertado seco, y los aplausos (y los “celosías”) que recibirá serán estimulantes.

O ponerle un aparato. Cuando las ropas empiezan a mojarse, suena un timbre, el niño se despierta, va al baño, termina la micción y si es necesario cambia las sábanas, dando la alarma antes de volver a acostarse.

Este tipo de alarmas son seguras para niños mayores de 8 años y deben cumplir todas las medidas oficiales de seguridad. Aunque parezca un método bastante duro, la enuresis nocturna suele ser muy eficaz para curarla.

Sugerencias para padres y madres para que actúen como compañeros del médico en el tratamiento de la enuresis

  1. Nunca dejar ridículo al hijo enurético. Ni siquiera castigar por “mojar la cama”. Por el contrario, animaros y mostrar vuestro amor. Pensad que la enuresis es involuntaria y que por eso el niño sufre. Y que quiere solucionar el problema, pero que su consecución no depende de él.
  2. A partir de media tarde, intentad que el niño no tenga demasiados líquidos.
  3. Antes de acostarse, procura que el niño oriente.
  4. Seguir correctamente y con rigor las indicaciones del médico y las dosis de los medicamentos prescritos por éste.
  5. Recomendad a vuestro hijo o hija que mantenga la orina el máximo tiempo posible durante el día, sin abusar, por supuesto. Así hará ejercicios para controlar la micción y se dará cuenta más de su problema.
  6. En ningún caso, mostrar decepción o disgusto ante el hijo o la hija por no ir las cosas correctamente o por reaparición de la enuresis.

Ten en cuenta que la enuresis nocturna no se soluciona un día.

Nota: Para ver bien estas tablas ir al pdf.

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