Costa Vasca (II): Marismas de Gipuzkoa
1995/03/01 Estonba Mintxero, Mikel Iturria: Elhuyar aldizkaria
Marismas de Gipuzkoa
Nuestros lectores recordarán que el pasado mes abrimos una serie de artículos para analizar la situación de la costa vasca. En este primer artículo, tras una exhaustiva descripción de las marismas marinas, se analizó la situación de estos ecosistemas en las rías de Lapurdi. En esta ocasión, nos dirigiremos al territorio guipuzcoano para conocer sus marismas.
El territorio de Gipuzkoa está formado por numerosos ríos de escasa longitud que nacen en la divisoria entre las vertientes mediterránea y atlántica. Como ya sabéis, al final de cada una de ellas, hasta hace poco había marismas preciosas.
En la actualidad, debido al gran desarrollo industrial que ha experimentado este territorio, numerosos valles fluviales y la mayor parte de sus desembocaduras están sometidos a fuertes presiones humanas, reduciéndose las marismas de Gipuzkoa hasta mínimos.
Pero analicemos más concretamente esta situación.
Txingudi
Es el nombre por el que se conoce la bahía que el río Bidasoa crea al unirse al mar después de haber nacido en Navarra y recorrer sus últimos kilómetros entre Lapurdi y Gipuzkoa.
En esta bahía, aunque no es posible compararla con la existente hace décadas, se han mantenido grandes extensiones de marisma. Sin embargo, hay que señalar que la enorme presión humana y las grandes extensiones de los tres municipios de la zona (Irun, Hendaia y Hondarribia) han dividido la marisma en cuatro tramos difíciles de unir (Isla del Bidasoa, Plaiaundi, Belenia y Jaizubia), que también sufren fuertes ataques como dragados, rellenos, canalizaciones, contaminación del agua, caza furtiva, etc.
A pesar de la lamentable situación de Txingudi, desde el punto de vista ornitológico, diversas instituciones internacionales lo han reconocido como un entorno de gran importancia, debido a su estratégica situación (en el extremo occidental de los Pirineos), especialmente durante la migración, que constituye un paso y una parada de cientos de especies de aves.
Cabe destacar que la única población del sapo corredor de Gipuzkoa (Bufo calamita) y la más importante de la costa vasca aparece en Txingudi. Mención especial merece la presencia de las plantas halófitas Cochenaria pyrenaica aestuarina, de llamativa flor blanca que se puede ver en esta marisma, por no aparecer en otras marismas de Euskal Herria.
En cuanto a su situación legal, hay que decir que si bien en los últimos 14 años ha tenido varios proyectos de protección y recuperación, el único apoyo que ha conseguido hasta la fecha es la reserva de caza. Sin embargo, en 1991, fruto del acuerdo firmado entre los ayuntamientos de Irun y Hondarribia, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco, este año el Parlamento Vasco ha aprobado provisionalmente el plan especial de protección y recuperación de la bahía de Txingudi, abriendo una pequeña ventana de esperanza para este importante humedal.
Ensenada de Pasaia
El río Oiartzun, de apenas 19 kilómetros al este de Gipuzkoa, tiene gran importancia en su desembocadura para conformar la cala de Pasaia que constituye el principal puerto pesquero de Gipuzkoa. Este ha sido el motivo de la desaparición de la gran y maravillosa marisma que se abría alrededor de esta calera, ocupando los territorios ocupados por los pueblos de Pasaia y Errenteria y las instalaciones del Puerto.
Cabe destacar el proyecto de muelle deportivo recogido en el proyecto de ordenación portuaria recientemente lanzado por las autoridades portuarias de Pasaia. Se trata de una de las mejores planteadas en el País Vasco, ya que en lugar de destruir un entorno de gran importancia ecológica, propone instalarlo en un área totalmente degradada, lo que a su vez mejoraría notablemente su aspecto.
Urumea
El río Urumea, navarro de nacimiento, entra por Hernani en Gipuzkoa y desemboca junto a la famosa bahía de la Concha, pasando sus últimos kilómetros canalizados por las calles de San Sebastián.
Efectivamente. La impresionante expansión de la capital guipuzcoana en el último siglo ha dejado bajo el asfalto a algunos de los humedales más bellos de Euskal Herria. Basta con echar un vistazo a los antiguos grabados para demostrar que toda San Sebastián está construida sobre marismas, arenales y dunas de los ríos Urumea e Ibaeta.
Los últimos restos de esta maravillosa marisma son unos pocos metros cuadrados que se han mantenido en ambas orillas del río aún sin canalizar. Sin embargo, el reciente Plan General de San Sebastián plantea la destrucción de estos últimos vestigios, ya que propone la canalización del río hasta Loiola.
Oria
Este río, el más largo de Gipuzkoa, nace en la Sierra de Aizkorri y atraviesa, a lo largo de sus 65 kilómetros, una de las comarcas más industrializadas de la provincia, con la consiguiente calidad de sus aguas y la penosa situación de sus márgenes.
Sorprendentemente, este río, totalmente degradado en la parte alta y media, en su tramo final, junto a la suavización de la pendiente, posee magníficos meandros de gran valor natural y paisajístico, abriéndose un poco más abajo la ría que mejor ha mantenido la estructura natural en Gipuzkoa.
Esta ría, que al igual que el resto, ha sufrido numerosas canalizaciones, dragados y desecaciones, aún conserva enclaves de marisma maravillosos (Portuetxe, Oribar, Txanka behekoa,...) y zonas que han recuperado las características de humedales no halafitos (Motondo,...) debido a la pérdida de influencia de las mareas.
En estos últimos, precisamente, podemos encontrar la representación más importante de la rica herpetofauna de la ría, humedales artificiales que ofrecían numerosos nichos ecológicos colonizados por diferentes especies de reptiles y anfibios. Si a esto añadimos que, por sus condiciones climáticas, aparecen reptiles y anfibios tanto atlánticos como mediterráneos y que sólo hay una población de Hyla meridionalis en la CAPV, la herpetofauna es, sin duda, la singularidad de la ría del Oria.
Analizando la situación de la ría del Oria y conociendo la penosa situación de la mayoría de las rías del País Vasco, más de uno pensará que esta ría estará ya protegida. ¡Pues no! El Viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, a pesar de la elaboración de un Plan Especial de Protección y Recuperación de los Humedales del Oria y de la intención que tiene el Derecho de Ordenación del Territorio (DOT) de proteger estos espacios bajo una figura de conservación activa, está sufriendo graves ataques y amenazas, especialmente por parte del Ayuntamiento de Orio, cuya expansión urbana e industrial persigue algunos de estos valiosos aspectos.
Arroyo Inurritza
Este arroyo de escasa longitud que desemboca al este de la playa de Zarautz, probablemente pasaría desapercibido si la situación del resto de las rías del País Vasco fuera óptima. Pero la situación lamentable de la mayoría, junto a las pequeñas marismas y dunas que ha mantenido este arroyo en su desembocadura, lo han convertido en un entorno a considerar en este estudio.
Al parecer, mediante el acuerdo alcanzado por MOPTMA, el Ayuntamiento de Zarautz y el Grupo Izadi de Zarautz, se apoyará este valioso aspecto y se recuperará en parte, habiendo demostrado nuevamente que sentarse y hablar con tranquilidad es la mejor manera de llegar a un acuerdo entre diferentes intereses.
Urola
Tras 55 kilómetros de la cordillera de Aizkorri, el río Urola desemboca en Zumaia, formando una de las mares más bonitas del País Vasco. En esta ría se ha mantenido un par de zonas de marisma de gran extensión: Bedua y Xantixo, en ambos casos, además de importantes representaciones de la vegetación halófita de este ecosistema, especialmente durante la migración, en la que es normal observar numerosas especies de aves diferentes. A modo de ejemplo, cabe mencionar que en Bedua podemos encontrar la mayor población invernante de la garza real de Gipuzkoa (Ardea cinerea), sin olvidar las altas concentraciones de especies de aves de limícolas que a veces pueden verse en los limícolas de estas marismas.
Además, el encinar, reconocido como reliquia terciaria y que constituye el bosque climático de la costa del País Vasco hacia el oeste de Zumaia, rodea toda la marisma de Bedua, convirtiendo esta zona en la principal joya ecológica de Gipuzkoa.
Desgraciadamente, en los últimos años la fiebre de los muelles deportivos que están caldeando la costa de Euskal Herria ha convertido sus ojos en esta ría, la marisma de Xantixo. Hasta el momento ha sido inútil que el Departamento de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente apruebe y ensalza los valores ecológicos de este aspecto, los incorpore al “Catálogo de Enclaves Naturales del País Vasco” o la declare Parte de Estricta Conservación dentro de los Derechos de Ordenación del Territorio (DOT), que continúa con el proyecto de su puerto deportivo. Si esta hermosa marisma quedara cubierta por un puerto deportivo, causaría una gran pérdida a nuestro patrimonio ecológico.
Deba
Hacia el oeste, Deba es el último río de Gipuzkoa. Desde su nacimiento, en el monte Arlaban, soporta fuertes presiones humanas e industriales, siendo sus aguas una de las más altas de Europa.
La principal característica de su ría es el estrechamiento de los montes circundantes. Por lo tanto, su marisma no ha sido nunca demasiado ancha sin miedo.
Sin embargo, en la actualidad, la mayor zona que ocuparía esta antigua marisma ha sido ocupada por el pueblo de Deba. El resto, salvo dos pequeños trozos, han sido secados para su uso agrícola.
Según los ecologistas, proteger y recuperar en la medida de lo posible estos pequeños aspectos significa conservar una parte importante del patrimonio ecológico del pueblo de Deba. Sin embargo, los responsables políticos del pueblo y de la Diputación Foral de Gipuzkoa no piensan lo mismo, ya que si el proyecto que acaban de sacar para organizar la ría saliera adelante, estas pequeñas marismas desaparecerían para siempre.
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