}

Energía nuclear en la exploración espacial

2001/04/09 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Estudiar el exterior del Sistema Solar no es una tarea fácil. Aunque la luna de Júpiter es muy atractiva en Titán de Europa y Saturno, es difícil llegar hasta ella. Por un lado, estos planetas están lejos y, por otro, se necesita mucha energía para que una nave espacial oree alrededor de los pequeños satélites de estos planetas tan grandes. Por ello, este tipo de exploraciones se encarecen mucho y se abandonan los proyectos.

La NASA ha lanzado una controvertida propuesta para resolver los cohetes que utilizan energía nuclear. Algunos creen que es imposible asistir a planetas lejanos sin propulsión por energía nuclear. La pequeña cantidad de plutonio que la NASA utilizó en 1989 para enviar a Galileo a Júpiter provocó el rechazo de mucha gente. Lo mismo sucedió en 1997 con Cassini, que se envió a Saturno, por lo que posteriormente descartaron el uso de energía nuclear.

Los cohetes obtienen la fuerza propulsora haciendo pasar el gas de alta presión por una boquilla, acelerando así la nave espacial en dirección contraria. Por ejemplo, los motores de los transbordadores obtienen gas de alta presión mezclando oxígeno líquido e hidrógeno. Para transformar el hidrógeno líquido en gas hidrógeno a alta presión, el cohete nuclear térmico puede utilizar el calor producido por un pequeño reactor. Para conseguir la misma fuerza propulsora, el cohete nuclear necesita menos combustible.

Por ello, los investigadores de la NASA proponen volver a utilizar la energía nuclear. Dicen que una nave espacial de 500 kilos enviada con energía nuclear llegaría a Plutón cuatro años antes que con los cohetes convencionales, es decir, sólo necesitaría "seis años y medio". Varios grupos de investigadores ya están probando cohetes de energía nuclear y la NASA tiene previsto enviar una nave espacial a Plutón en pocos años. También está en marcha el debate sobre el uso de la energía nuclear.

Gai honi buruzko eduki gehiago

Elhuyarrek garatutako teknologia