}

Sustitución de disolventes orgánicos en la industria

1998/02/01 Etxaide, Maider Iturria: Elhuyar aldizkaria

Los disolventes son sustancias muy utilizadas en la industria para eliminar grasas, aceites, impurezas o diluir otras sustancias. Forman parte de once productos, entre ellos pinturas, barnices, colas, adhesivos, decapantes, tintas, lacas, insecticidas, herbicidas y detergentes. Los disolventes orgánicos son fácilmente vaporizables por su elevada volatilidad, pudiendo acumularse en concentraciones elevadas en el aire de espacios confinados con efectos nocivos para la salud. Puede ser asumida por el hombre por inhalación o por absorción a través de la piel. Aunque no todos los disolventes tienen el mismo riesgo, todos deberían considerarse potencialmente peligrosos.

Los disolventes orgánicos más utilizados son el tolueno, los xilenos o los cetonas, pero entre todos ellos los clorados, como el percloroetileno, el 1,1-tricloroetano, el triclorometano, el cloruro de metileno, el cloroformo y el hexaclorobenceno, son los más tóxicos y peligrosos.

Entre los efectos nocivos para la salud humana de los disolventes orgánicos destacan, como efectos agudos, la irritación de ojos, piel y vías respiratorias, dolor de cabeza, náuseas y fatiga, y como efectos a largo plazo, el cáncer, los problemas de fertilidad, los efectos neurotóxicos y los daños renales y hepáticos. Unos producen efectos locales y otros son sistémicos, es decir, afectan al funcionamiento de otros órganos que no han sido atacados directamente. La inhalación es la vía de exposición más peligrosa por la habilidad de los pulmones para dispersar cualquier sustancia por todo el cuerpo. Algunas sustancias que se absorben a través de la piel no producen efectos visuales sobre este órgano corporal, mientras que otras provocan quemaduras violentas.

Al tratarse de sustancias producidas por el ser humano, también destruyen el medio ambiente, ya que la naturaleza no puede asimilarlas ni eliminarlas. Por otra parte, por su similitud con las membranas celulares tienden a acumularse en seres vivos, especialmente en tejidos grasos, causando daños tanto a los seres acuáticos como a los terrestres. Finalmente, algunas de estas sustancias, como el CFC, el tetracloruro de carbono y el 1,1,1 tricloroetano, principalmente disolventes clorados, destruyen la capa de ozono.

En este sentido, se han impulsado diversas iniciativas para eliminar o al menos reducir el uso de disolventes peligrosos.

Proyecto SUBSPRINT

Las máquinas offset de impresión emiten al aire el 1% de las emisiones totales de productos orgánicos volátiles en Europa. Preocupado por ello, un grupo de empresas e instituciones europeas han emprendido un proyecto para desarrollar disolventes limpios para los procesos de impresión. La palabra SUBSPRINT es un resumen de la denominación Substitution of organic solvents in the printing industry que supone la sustitución de disolventes orgánicos derivados del petróleo por disolventes y detergentes vegetales. El objetivo del proyecto es dar a conocer a las industrias los detergentes vegetales volátiles para máquinas offset.

El proyecto Subsprint, enmarcado dentro del programa europeo SPRINT, tiene como objetivo mejorar las condiciones ambientales y sanitarias de la industria gráfica.

La reducción de las emisiones contaminantes reducirá en gran medida los graves problemas de salud que siempre ha ocasionado el trabajo en las imprentas. Por tanto, el proyecto Subsprint, enmarcado dentro del programa europeo SPRINT, tiene como objetivo mejorar las condiciones ambientales y sanitarias de la industria gráfica. Si lo dicho vuelve a cifras, el total de trabajadores que trabajan con estas sustancias tóxicas es de aproximadamente 120.000 y se pretende reducir a 18.000.

Dinamarca fue la primera que puso en marcha esta experiencia en 1989, fomentando el uso del éster de aceites vegetales como la soja, la colza o el coco para la limpieza de máquinas de impresión. De ahí se fue extendiendo a otros países europeos, iniciándose en 1992 el proyecto SUBSPRINT. Hoy en día diferentes organizaciones de 12 Estados, entre ellas sindicatos, centros de investigación, universidades e industrias gráficas, colaboran en la ejecución del proyecto. En el ámbito estatal, SERMASA (Sociedad de la Energía y el Medio Ambiente) y Comisiones Obreras son las organizaciones que están participando en este proyecto.

Se ha demostrado que los productos limpiadores de origen vegetal, además de aportar ventajas desde el punto de vista sanitario, son buenos detergentes, reducen costes y además reducen los costes energéticos y de recogida. La empresa danesa Haustrup, por ejemplo, ha conseguido reducir drásticamente el consumo anual de benceno durante cinco años (de 40.000 a 2.000 kilos) y ha dejado de utilizar el queroseno (2.000 litros al año).

Proyecto de investigación VOFA Pro

Vegetable Oils and their fatty Acid Esters as Substitutes for Organic Solvents in Industrial Processes. Este proyecto de investigación comenzó en 1995 con la subvención del programa AIR (Agro-Industrial Research Program) de la Comisión Europea. Como ya se ha comentado, el objetivo de este proyecto es el estudio: clasificar los aceites vegetales y sus ésteres de ácidos grasos y adaptarlos para su aplicación en muchas zonas. Se ha demostrado que los ésteres de ácidos grasos son eficaces en muchas aplicaciones, por lo que las posibilidades de uso de los mismos en áreas industriales no industriales de las imprentas son elevadas.

Gai honi buruzko eduki gehiago

Elhuyarrek garatutako teknologia