Tliltepetl, la casa del ojo milimétrico
2009/10/01 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Antes de construir el telescopio, los técnicos trabajaron mucho para encontrar el lugar más apropiado para construir
Parece que el Gran Telescopio Milimétrico mira al golfo de México, al borde de una gran sierra frente al golfo. Pero el telescopio ha sido construido para centrarse en el espacio, y la razón es que muchas ondas milimétricas del espacio llegan a ese borde, al menos en comparación con otras muchas partes.
La cima del volcán Tliltepetl está muy alta, dispone de un lugar apropiado para la instalación de un telescopio gigante (incluso para la carretera hasta él) y, sobre todo, tiene un cielo muy transparente para las ondas milimétricas. Su atmósfera superior es muy seca, con poca humedad, lo que resulta imprescindible para la observación de las ondas milimétricas, que son absorbidas por el vapor de agua.
Pero, opcionalmente, había otros lugares apropos similares para instalar el telescopio. El volcán Tliltepetl fue elegido por ser el mejor, pero después de muchas pruebas. Estudiaron más de diez montañas de más de tres mil metros, entre ellas los volcanes Nevado de Toluca (Xinantecatl, 4.680 m), Cofre de Perote (Nauhcampatepetl, 4.300 m) y La Malinche (Matlalcueyetl, 4.420 m). Los volcanes más altos de México superan los 5.000 metros (Citlatlaltepetl o Pico de Orizaba 5.610 m, Popocatepetl 5.500 m e Iztaccihuatl 5.220 m), pero no eran aptos orográficamente y no se realizaron pruebas de calidad del cielo milimétrico.
Buscando el cielo limpio
Para realizar las pruebas, tuvieron que subir a cada monte con herramientas para medir la transparencia del cielo. "Las pruebas de transparencia se realizan a través de un radiometro", explica Itziar Aretxaga. "El radiometro mide la emisión milimétrica de la atmósfera en un círculo máximo celeste (desde el cenit hasta el horizonte para formar el círculo máximo con la zona de la tierra en el mismo plano). Como las capas de la atmósfera superior están muy frías, se convierten en fuentes milimétricas muy potentes, un millón de veces más brillantes que nuestras galaxias milimétricas lejanas".
Las pruebas se realizan en círculo máximo para medir la transparencia de la radiación procedente de todos los ángulos. De hecho, las ondas milimétricas de los astros que se ven cerca del horizonte deben atravesar una mayor parte de la atmósfera que las que se ven en el cenit.
Además, son pruebas permanentes, ya que la transparencia varía en función de la época del año. Como consecuencia de las mediciones, los astrónomos saben que en la época seca (otoño, invierno y primavera) se ven mejor ondas de entre 0,85 y 4 mm, mientras que en la época húmeda (verano) la atmósfera es transparente para ondas de entre tres y cuatro milímetros.
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