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¡Ojo, terremoto!

2003/08/06 Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia

Una noche de 1976, los chinos de Tangshan se despertaron asustados por las espectaculares y brillantes luces que iluminan el cielo. A la noche siguiente, un terremoto de magnitud 7.8 en la escala de Richter provocó 240.000 muertes y la destrucción de la ciudad. ¿Todas esas misteriosas luces influyeron en este fenómeno?

Según los testigos, a lo largo de la historia se han dado casos de este tipo, antes del terremoto se han visto unas extrañas luces en el cielo. Por lo tanto, aunque parezca misterioso, esto puede parecer algo que pensar, ya que es posible encontrarlo ante una vía de predicción de terremotos.

Por ello, desde hace tiempo los expertos han tratado de explicar el origen de estas luces. Y en los últimos años, entre otras cosas, la agencia FEMA ha donado dinero a la NASA para investigar esas extrañas luces a través de satélites especiales. En diversas investigaciones llevadas a cabo por científicos rusos y chinos también se ha detectado la presencia de rayos infrarrojos en los días previos al terremoto. Por lo tanto, quien en un principio pensaba que era una mera coincidencia, ha dado mucho que decir desde entonces.

Ahora los expertos proponen una explicación. Dado que la presión previa al terremoto es extremadamente alta, las rocas aislantes normalmente adquieren la condición de semiconductores tipo p, es decir, se crean huecos cargados positivamente en las rocas. Estos huecos positivos son capaces de transportar carga eléctrica. Por otro lado, en los cristales de las rocas volcánicas se encuentran grupos de peróxidos. Se rompen bajo grandes tensiones. Como consecuencia de esta rotura, el anión de oxígeno cargado negativamente queda atrapado en la estructura cristalina de la roca, mientras que la carga o hueco positivo queda suelto.

Según los expertos, los fenómenos de los rayos infrarrojos y las luces pueden aparecer por dos mecanismos: por un lado, los huecos positivos acumulados en la superficie pueden combinarse con los electrones formando un enlace de peróxido que liberará energía en forma de infrarrojos. Por otro lado, las cargas positivas se pueden expandir en la superficie de la capa, actuando como un electrodo. De este modo, el campo eléctrico que se acumula en una pequeña distancia será enorme, por lo que se ioniza el aire y se crean las conocidas como luz o brillo de los terremotos.

El terremoto es el movimiento de la corteza terrestre o la agitación violenta, provocada por la propagación de las ondas producidas por una perturbación en un punto interior de la superficie terrestre. Aunque hoy en día se sabe, hasta que en 1906 San Francisco quedó destrozado no se hacían conexiones entre fallas y terremotos. Se comprobó entonces que la sacudida se debió a un deslizamiento de 5 metros sobre la falla de San Andrés de cientos de metros. Además se diferenciaron varios tipos de patinaje. La falla de San Andrés de California es de patinaje horizontal, es decir, un bloque se desliza contra otro sin crear relieve. En esta zona hay un gran riesgo de terremotos que están a la espera de lo que hoy se conoce como The Big One.

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