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Red de telescopios allen en busca de alien

2007/10/20 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Así lo han contado en diversos medios de comunicación, porque lo más llamativo es que han instalado cuarenta y dos radiotelescopios orientados al cielo, con la intención de encontrar algún rastro de extraterrestre ( alien) o de vida alienígena. Sin embargo, hay mucho más que eso, detrás de las antenas que ahora han puesto en marcha.
Se utilizarán 350 radiotelescopios de este tipo combinados para realizar investigaciones astronómicas y a la vez buscar inteligencia extraterrestre.
SETI

Estos 42 son la primera fase de una red de 350 radiotelescopios. Toda la red se llama red de telescopios Allen (ATA, o Allen Telescope Array en inglés) y funcionará como un telescopio gigante. Se trata de un proyecto creado por el Laboratorio de Radioastronomía de la Universidad de California y el instituto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence, o la búsqueda de la dimen extraterrestre) y que ha aportado el dinero necesario para dar este primer paso uno de los fundadores de Microsoft, Paul Allen.

La red de telescopios Allen tiene como objetivo recoger e interpretar las ondas de radio del espacio. De hecho, cualquier objeto en el espacio emite ondas de radio. Estas señales son muy valiosas para los astrónomos porque informan de las características del objeto: qué es, dónde está, y muchos otros detalles que no pueden percibir los telescopios que funcionan en el resto de longitudes de onda.

Los radiotelescopios que existían hasta ahora eran telescopios de gran tamaño o, si no, se componían de aproximadamente una docena de antenas conectadas entre sí. Al abaratar mucho los aparatos electrónicos, hoy en día es más barato hacer muchas pequeñas antenas que hacer una grande. Y de ello han aprovechado los creadores de la red de telescopios Allen.

Cada radiotelescopio tiene un diámetro de seis metros y un segundo receptor de 2,4 metros de diámetro. Todos ellos se encuentran dispersos en el Observatorio de Radio Hat Creek de California. Todos juntos permiten observar una mayor superficie celeste que nunca. Además, tiene la capacidad de procesar inmediatamente los datos recogidos, mucho más rápido que los radiotelescopios anteriores. Dicen que una vez completada la red de telescopios Allen será posible realizar un radiomapa de todo el cielo en un solo día. Asimismo, podrán cazar acontecimientos que sólo duran unas horas, como los choques de agujeros negros.

Pendiente de resultados

Las propuestas de Loveock son para muchos provocadoras y muy discutibles.

Además de su rapidez, la red de telescopios Allen puede operar en gran parte del espectro de las ondas de radio y analizar simultáneamente cuatro bandas de frecuencias independientes. Por tanto, puede realizar varios estudios a la vez, por ejemplo, mientras busca pistas de inteligencia extraterrestre, puede realizar observaciones astronómicas (o viceversa). Así, según SETI, la red de telescopios Allen recogerá en los próximos doce años tantos datos como se han recopilado en los últimos 45 años. Entre todos estos datos, se espera encontrar señales creadas artificialmente por un ser inteligente.

Al margen de los alienígenas inteligentes, los astrónomos ya han realizado el mapa de radio de la galaxia de Andrómeda (M31), próxima a nuestra galaxia, y de la galaxia de Hiruki (M33). A partir de ahora, tienen varios objetivos científicos. Entre otras cosas, quieren medir el hidrógeno neutral de las galaxias situadas en tres cuartas partes del cielo, para saber cuántos gases intergalácticos están añadiendo galaxias exteriores, con lo que esperan encontrar galaxias negras sin estrellas.

Por otro lado, pretenden clasificar las fuentes de radio que no emiten las galaxias. De momento, se han encontrado 250.000 fuentes que, a través de su estudio, permitirán a los astrónomos identificar objetos, cuantificar la formación de estrellas, detectar materia oscura y conocer mejor la estructura del universo.

Los ratones Knockout son muy útiles para la investigación.
(Foto: NHGRI)

También tienen la esperanza de descubrir fenómenos tan conocidos como los agujeros negros y que aún no se conocen. Sin embargo, todavía se encuentran en la primera fase. Allen donó 11,5 millones de dólares en 2001 para iniciar el proyecto y 13,5 millones en 2003 para construir la primera fase. Y ahora, en octubre de 2007, lo han puesto en marcha.

Quedan tres fases más. De hecho, el objetivo es que para el año 2010 estén operativos 350 radiotelescopios, pero estiman que para ello necesitarían 41 millones de dólares adicionales. Aunque el último radiotelescopio construido en Estados Unidos es la mitad de lo que ha costado, de momento no tienen ese dinero.

Por lo tanto, no será de extrañar que en los próximos meses este proyecto aparezca en los medios de comunicación, ya que para recaudar fondos siempre es beneficioso contar con apoyo social. Hay que ver en qué se basarán para llegar al público, en los objetivos científicos o en la búsqueda de la inteligencia extraterrestre. Sin embargo, mientras tanto, los astrónomos del observatorio no estarán en reposo y los datos que van a recibir serán probablemente el mejor reclamo para atraer inversiones.

Publicado en Gara

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