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La gasolina con plomo se retira este año del mercado

2001/03/13 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

El combustible vendido en los últimos años bajo el nombre de super gasolina está a punto de desaparecer del mercado. De este modo, los coches evitan la emisión de plomo a la atmósfera. El plomo es uno de los compuestos más peligrosos conocidos por su acumulación corporal y por sus graves problemas de salud. La sustancia puede ser mortal.

Veneno para aumentar la calidad

En el motor de la mayoría de los vehículos, el aire y el combustible se introducen en el cilindro y se comprimen para que una chispa explote y alcance la potencia que mueve el vehículo. Los pequeños hidrocarburos explotan rápidamente y dan poca potencia al coche. Los octanos, por el contrario, soportan bastante bien la compresión y dan la potencia adecuada al motor, pero en refinerías no hacen octano puro, entre otras cosas porque es caro. Por ello, el combustible tiene octano y heptano, y se añade un número al nombre de la proporción entre ambos. En los combustibles de 95 octano el 95% del hidrocarburo es octano y el 5% heptano, mientras que en los de 98 octanos el 98% es octano y sólo el 2% es heptano.

La gasolina super es de 97 octano y su sustituto también será del mismo octanaje, pero sin plomo. El octanaje de gasolinas indica de alguna manera la calidad de la gasolina, ya que el mayor octanaje supone una mayor potencia.

Para permitir la explosión controlada del combustible a partir de la década de 1930 y aumentar el número de octano, se introdujeron a la gasolina aditivos que contenían plomo o manganeso. Con el paso del tiempo, el nivel de compresión del combustible utilizado por los motores aumentó y otros compuestos como el Tetraetil plomo se convirtieron en aditivos habituales.

En la década de los 30 no existía la tecnología para aumentar el octanaje y hoy en día, aunque existe la tecnología, el método más barato para aumentar el octanaje sigue siendo la adición de aditivos. Pero a partir de 1975, como consecuencia de la concienciación medioambiental, se empieza a reducir la cantidad de plomo en los combustibles y a fabricar coches que no necesitaban plomo. Los catalizadores que necesitan estos coches se encuentran en los componentes de la estructura del motor.

Plazo de dos años

La Unión Europea ha puesto en marcha campañas de eliminación total del plomo y lleva varios años trabajando en la retirada del mercado de las gasolinas con plomo. Sin embargo, la súper gasolina sigue siendo utilizada por muchos coches y el cambio brusco es imposible. Para facilitar la transición, las compañías petrolíferas han lanzado un suplemento especial para que los usuarios de la super gasolina puedan mezclarse con la gasolina sin plomo y utilizarla como combustible. Los aditivos son sales orgánicas de sodio, potasio, fósforo y manganeso. De este modo, se abre un plazo de dos años para renovar el parque automovilístico y eliminar completamente a los que necesitan super gasolina.

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